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La sociabilización del cachorro. Factor clave para tener un perro equilibrado
La sociabilización es el proceso por el cual el perro aprende a relacionarse con otros perros y con los seres humanos.
Además, con ella, también aprende a ignorar elementos ambientales que no son peligrosos. De esta forma, un perro habituado a un ambiente de ciudad no se preocupará por el ruido del tráfico urbano ni por la presencia de muchas personas en las calles. A este concepto se le denomina habituación.
Aunque sociabilización y habituación son conceptualmente distintas, los consideraremos a ambos, por ser muy importantes para el correcto desarrollo del cachorro.
Resumiendo, la sociabilización del perro es el proceso por el cual acostumbrarás a tu mascota a reaccionar de manera adecuada (sin miedo ni agresión) frente a diferentes ambientes, personas, otros perros y otros animales.
Es por tanto un factor de lo más importante en su educación porque es lo que previene conductas tanto agresivas como miedosas en el futuro. Además, un perro bien sociabilizado es más fácil de manipular.
¿Qué ocurre cuando no se ha sociabilizado a un cachorro?. Lo normal es que con el paso del tiempo tengas un perro excesivamente agresivo o un perro que puede morder por miedo. Esto, en el caso de los pastores del cáucaso podríamos pensar que nos a igual, que no es importante, ya que son perros eminentemente de guarda y según el estándar “desconfiados”, pero hay que tener en cuenta los inconvenientes, ya que después nos costará mucho llevar al perro de paseo, a una exposicón e incluso al veterinario, porque no será capaz de discernir entre el comportamiento habitual dentro de su territorio al deseable cuando esté fuera de él.
La sociabilización del perro es un proceso que dura toda la vida. Sin embargo, el período verdaderamente importante y crítico transcurre desde el nacimiento hasta el tercer mes, aunque no es una regla fija y en determinados individuos podemos llegar hasta los cuatro meses. Esto significa que el perro tendrá muchas dificultades para adecuarse a su entorno si no ha sido correctamente socializado antes de esas edades.
Por tanto, cuanto antes empieces la sociabilización de tu cachorro, más garantías de éxito tendrás, ya que es de vital importancia para obtener un perro equilibrado.
A pesar de lo que pueda parecer, un cachorro con esa edad ya es capaz de aprender perfectamente y a obedecer a ciertas órdenes. Lógicamente esta debe ser una enseñanza basada en el uso correcto de estímulos positivos.
Por otra parte, también es muy importante que no intentemos evitar las experiencias negativas de nuestro cachorro (sobreproteccionismo), pero con cuidado de que esta no sea dolorosa o excesivamente atemorizante, ya que esto puede causar miedos de por vida en el perro. No fuerces tu cachorro. Déjalo evolucionar a su ritmo.
Evita, confirmar su miedo prestándole atenciones que le puedan parecer confirmaciones de sus sustos. Por tanto, lo que debemos hacer cuando se asuste sin razón es ignorar su susto y actuar como si no pasase nada. ¡Evita confirmar su miedo! y sobre todo “no tengas miedo a que vaya a tener miedo, porque el miedo se contagia”. Es normal que el perro muestre algunas señales de recelo cuando se enfrenta a cualquier cosa nueva o diferente, fuera de su ambiente, de su entorno más cercano y habitual.
Es durante la sociabilización cuando se puede evitar que un perro con señales o indicios de ser agresivo se “crezca” tanto que se convierta de adulto en un perro problemático.
Para ello, necesitamos saber cómo interpretar lo que hace el cachorro con su familia y cómo actuar para frenar o fomentar ciertos aspectos de su comportamiento tales como gruñidos cuando le ponemos o quitamos la comida, pelo erizado, etc.
Intervenir en esta fase es muy eficaz, ya que más adelante puede resultar mucho más difícil y, a veces, arriesgado.
En el siguiente video se puede observar el proceso de sociabilización entre cachorros
Para finalizar, expondré algunos consejos que podemos poner en práctica para socializar a nuestro cachorro, todos ellos tienen un denominador comun, la habituación. Habituar al perro a:
1. Tolerar a otras personas. Usa a tus amigos y presentales a tu cachorro, si es posible usa tanto hombres, mujeres, jóvenes, ancianos.
2. Conocer a otros perros. Presentale a otros cachorros, si es posible, llevalo a las casas de otros.
3. Lleva a tu cachorro a centros comerciales, parques, plazas de juegos, etc.; lugares donde haya mucha gente y lleno de actividades.
4. Habitua a tu cachorro al coche. Puedes empezar con paseos cortos. Durante el viaje, si es posible, deja que tu cachorro vea el “mundo” a través de la ventana.
5. Acostumbralo a objetos cotidianos como paraguas, bolsas, cajas, la aspiradora, etc. Anima a tu perro a explorar e investigar su entorno.
6. Habitua a tu perro sonidos nuevos y variados. Los sonidos fuertes y molestos deben ser presentados desde cierta distancia y acercarlo gradualmente.
7. Acostumbra a tu cachorro a ser cepillado, bañado, inspeccionado, a tener las uñas recortadas, a dejarse limpiar los dientes y orejas y todas las rutinas de aseo y reconocimeinto físico.
Siguiendo estas sencillas pautas con regularidad, conseguirás un perro equilibrado, algo fundamental e importantísimo tratándose de una raza que dispone de un elevado instinto de defensa-guarda, como el pastor del Cáucaso.
Video sobre socialización.
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La dominancia en el perro
Para hablar de este tema obviaremos todos aquellos estudios que se basaban en que el patrón del comportamiento de los perros era similar al de los lobos, donde imperaba el concepto de jefe de manada o perro “alfa”.
Tal como se describe en el artículo sobre etología, que podeis ver en esta web, estos conceptos están obsoletos. Hoy en día se utiliza la psicología aplicada al perro para analizar los diferentes problemas de conducta y comportamientos, además, la dominancia es un tema muy amplio y bajo este concepto a veces se camuflan otros problemas de conducta que nada tienen que ver con ello.
Lo que si que es cierto es que las interacciones que determinan estos comportamientos empiezan ya cuando el perro es un cachorro.
Por ello, mas que entrar en deficiones y estudios complejos, os daré algunas pautas, que puedan servir para evitar o modificar determinado tipo de conductas:
1. Uso de un sistema de premios y castigos
El uso de este sistema es la manera más sencilla de educar a un perro.
Para ello evidentemente, lo importante es saber qué conductas hay que premiar y qué conductas deben ser reprimidas/corregidas, y lo que es aún más importante, este criterio debe ser siempre el mismo por parte de todos los miembros de una familia.
El premio es sencillo, puede ser algo de comida, palabras cariñosas o simplemnete caricias que deben proporcionarse al perro inmediatamente después de haber ejecutado una conducta adecuada.
El castigo o correción, también ha de ser inmediato, justo después de la mala conducta. Debe tener la intensidad suficiente para que sea considerado como tal, evitando castigos físicos dolorosos y exagerados. Sin embargo, en el caso de perros que ya presentan agresividad hacia sus dueños el castigo está desaconsejado, o al menos debería hacerse con la tutela de un educador canino, ya que expone al miembro de la familia a una respuesta más agresiva por parte del perro. Por eso, es muy importante evitar las situaciones que vayan a crear el conflicto.
2. Controlar la alimentación
La comida es un recurso muy importante que debe ser tenido en cuenta por el dueño del perro. Hay que evitar suministrar extras o golosinas cuando el perro nos los pide, dejando esto sólo para premiar conductas adecuadas, como obedecer órdenes. Tampoco es aconsejable dejar el comedero siempre lleno para que coma cuando quiera. Se le ofrecerá la comida 2-3 veces al día durante un máximo de una hora, retirándola después.
Otro factor común y que tampoco es deseable, es dar de comer al perro mientras nosotros estamos comiendo. Él tiene su sitio y su horario.
3. Jugar con él de una forma adecuada
Los cachorros pasan casi tanto tiempo jugando como durmiendo y a través del juego aprende muchas cosas. Por ejemplo, aprende a controlar la fuerza del mordisco, siempre y cuando le hayamos reñido cada vez que se haya excedido cuando nos haya “mordido” jugando. A esto se le denomina “inhibición de la mordida”.
Además, los cachorros utilizan el juego para saber qué posición ocupa en relación con cada uno de los miembros de la familia. Los juegos entre perros suelen finalizar con un individuo en posición sumisa (agachado, con la cola encogida, boca arriba…) y otro en posición dominante (encima del sumiso con las cuatro patas o con una sola, mordisqueándole el hocico y la nuca…)
Lo deseable es que ambos perros, acaben tumbados, jugueteando entre ellos.
4. Reconocer las posturas y comportamientos dominantes y sumisos
Hay que evitar:
– Que sea el perro el que elija el itinerario del paseo.
– Que sea el perro quien deci
Sistemas y conceptos en la educación básica de nuestro perro
Con el paso de tiempo, aprendemos cada vez más sobre los perros, para mejorar tanto su manejo, como su alimentación y cuidados.
Como hemos expuesto en otros artículos de esta web, en el mundo del adiestramiento también se producen evoluciones en la metodología para adaptarse a la propia evolución del perro, pero es interesante saber que en estos temas, como en casi todos, existen diferentes conceptos o maneras de entender la educación básica.
A día de hoy, en el adiestramiento, mantenemos los conceptos y metodos que se basan en el conductismo, seguimos usando metodos de recompensa (confirmaciones o refuerzos) y castigo etc., pero introducimos al mismo tiempo técnicas basadas en la psicología aplicada al perro, para tener en cuenta todos los elementos que forman parte del aprendizaje, como su inteligencia, emociones, etc., intentado establecer una relación lo más amplia posible entre todos estos factores.
Los conceptos y sistemas que voy a describir ahora, no tienen porque estar de actualidad, es a título informativo.
Uno de ellos es el que busca obtener una determinada respuesta en el perro en función de sus necesidades instintivas. Esto es lo que se conoce como condicionamiento.
Este sistema data de año 1950, siendo la primera persona que lo describió León F. Whitney, veterinario, criador y adestrador de perros de caza.
Su sistema se denominaba “The natural method of dog training” (“El método natural de entrenar perros”).
Como concepto básico, el comportamiento del perro siembre obedece a una causa o motivo, por tanto nunca es casual o al azar. Por tanto podemos decir que, cada estímulo que recibe el perro produce en él una respuesta. Esto es lo que se conoce como reflejo y suelen ser de carácter involuntario y los podemos ver cada día tanto en seres humanos como en animales.
Hay muchos de ellos y aunque no queramos siempre que haya un estímulo se producirá una respuesta, de manera que como dijimos antes es de carácter involuntario, además es mismo estímulo produce siempre la misma respuesta, por lo que es invariable y por último se dicen que son también adaptativos porque nos ayudan a superar las diferentes situaciones y nos ayudan a adaptarnos al entorno.
El perro sería por tanto, un animal con muchos reflejos que van variando y aumentando a lo largo de su vida. Cuando el número de estímulos aumenta, también lo hacen las respuestas, que a su vez se van complicando, y al conjunto de estas respuestas más complejas se las denomina comportamiento.
Hay otros conceptos que se encuentran definidos por el estudio de Paulov, científico ruso que lo descubrió de manera casual con los perros que utilizaba en sus estudios sobre la digestión, es lo que se denomina el reflejo condicionado, por el cual un perro al que se le sometía a un estímulo determinado producía una respuesta concreta.
En estos perros, había conectado una sonda desde el estómago a una bolsa para estudiar así la producción de jugos gástricos durante la digestión. Pero descubrió la respuesta condicionada, ya que cada vez que daba a los perros de comer, hacía sonar una campana, y comprobaba la producción de estos jugos. Tras repetir variar veces este acto, con tan solo hacer sonar la campana, los perros producían ácidos gástricos sin ver la comida.
A esto se le llama reflejo condicionado, porque son adquiridos o aprendidos, no se nace con ellos, es necesario aprenderlos y son diferentes de un perro a otro.
El instinto es una forma de comportamiento en la que se producen una serie particular de respuestas ante estímulos específicos.
Fruto de los diferentes cambios de conducta, realizados en función de la experiencia que va obteniendo el perro, llegamos a lo que se conoce como aprendizaje.
Sobre los tipos de aprendizaje, decir que hay varios y ya hemos hecho alguna referencia en otro artículo de la web.
El perro aprende de diferentes maneras y esto es importante a la hora de emprender la educación de nuestro cachorro.
Aprendizaje por Habituación: es la forma más sencilla y frecuente de aprendizaje y consiste en la desaparición de la respuesta a un estímulo que no tiene consecuencias para el perro.
El ejemplo más habitual es el de los perros que muestran miedo ante los cohetes o el paso cerca de ellos de vehículos de gran tonelaje, etc. Después de una serie ejercicios con ruidos fuertes, el perro dejará de asustarse tan fácilmente, aunque tras un descanso vuelve la respuesta.
Después de varias sesiones de habituación, el perro se habitúa permanentemente al ruido (estímulo) y esta se produce tanto más rápidamente cuanto más débil es el estímulo.
Es importante saber que si una vez producida la habituación el estímulo no se presenta durante un periodo de tiempo lo suficientemente largo, la respuesta puede recuperarse espontáneamente.
Aprendizaje por Condicionamiento clásico: es lo que antes denominamos reflejo condicionado, tal como se describe en el estudio de Paulov.
Aprendizaje por Condicionamiento operante o instrumental: es la base del adiestramiento y básicamente consiste en que los perros realizan con más frecuencia aquellos actos que les gustan y por el contrario disminuyen los que les desagradan.
Cuando el perro hace algo bien, canalizamos esta respuesta positiva con un premio (una golosina, un pedacito de salchicha o queso, una caricia, palabras suaves), con lo que tenderá a repetir esta acción.
Aprendizaje por observación: hasta donde yo sé, esto es solo aplicable e importante en el adiestramiento de los perros de caza, ya que los cachorros y perros jóvenes aprenden antes a realizar s trabajo observando e imitando a los perros mayores.
Como vemos, muchos y diferentes sistemas que se adaptarán mejor o peor en función de las características propias de cada perro, aunque los conceptos básicos (reflejo, comportamiento, instinto, aprendizaje) son comunes y aplicables a todos ellos. Esos sistemas, en combinación con los aspectos relacionados al comienzo del artículo, son la base actual del adiestramiento canino.
Para finalizar y para evitar confusiones diré que en casos como el aprendizaje por habituación, donde queramos enseñar o corregir conductas inadecuadas de nuestro perro ante problemas producidos por el ruido, disparos, cohetes, etc., es importante ponerse en contacto con un profesional, que nos dará la “receta” a seguir para solucionar el problema.
Este artículo va encaminado a dar a conocer a grandes rasgos que existen diferentes métodos y sistemas, pero para la puesta en práctica de algunos de ellos, necesitamos de la intervención de gente con experiencia.
Etología. El estudio de la conducta y los instintos
La etología es una rama de la biología encargada de esudiar el comportamiento natural de los animales, sobre todo en lo concerniente a las conductas instintivas.
Hace muchísimo tiempo, algunos científicos emplearon a los lobos como modelos para estudiar las relaciones en grupos de animales sociales. Dichos estudios dieron origen a lo que durante mucho tiempo se ha relacionado con la dominancia y el estatus “alfa” de los lobos dominantes.
Estos conceptos fueron erroneamente adoptadas por los adiestradores, que pensaron que la etología o el comportamiento del perro era igual (o casi igual) que el del lobo.
Nada mas lejos de la realidad, ya que que los estudios iniciales eran parciales y contemplaban muchos supuestos que no se cumplen en la realidad.
El estudio se basaba en interacciones entre lobos de grupos formados en cautiverio y al azar, cuya conducta no correspondía a la de manadas formadas naturalmente.
También cometieron otro error, al considerar que la relación entre lobos de una manada era similar a la relación entre las personas y sus perros. Por ello, se buscaron conductas del perro que pudiesen ajustarse a la idea de la dominancia y el “perro alfa”.
Hoy en día, con la aplicación de la psicología al estudio del perro, sabemos que el concepto de “perro alfa” esta totalmente obsoleto y fuera de lugar.
Se habla mucho de la dominancia canina, haciendo alusión a determinados comportamientos, jerarquías, “perro alfa” y cosas similares y es muy común que los problemas de conducta del perro se asocien con la dominancia, de manera errónea.
Las jerarquías entre perros no son generalmente estables y no tienen porque establecerse por la fuerza, aunque en el pastor del cáucaso estamos muy acostumbrados a ver comportamientos que suelen acabar en una pelea o marcaje, debido a esa cualidad característica que es la “territorialidad”, aunque las jerarquias se establecen en todas las razas de perro básicamente cuando hay hembras en celo o comida en juego. Este intento de dominancia se produce sobre todo en la pubertad y se dá de igual manera con ejemplares de su misma especie (otros perros) como con los de otras especies (nosotros, los humanos) y en este último caso hay que actuar de la manera más rapida y contundente (no violenta) posible para atajar esa conducta indeseable de raiz.
Este tipo de conductas, debemos de corregirlas y moderarlas en la medida de nuestras posibilidades, para evitar males mayores. Hay gente a la que le hace gracia ver como su cachorro de pastor del caúcaso, de pocos meses, desplaza a otros perros de mas edad, a la hora de comer y lo deja pasar. Con el devenir del tiempo y en el mejor de los casos, acaba teniendo que regalar al perro desplazado, cuando lo normal es que se hubiera intentado “modelar” esa conducta.
Recientemente llegó a mi casa un nuevo cachorro, que tras recuperarse de su primer gran viaje (casi 3 horas metido en el coche) empezó a desafiar a los otros caúcasos. A los dos dias, no solo pretendía ser el dueño de la casa, además al pasearlo por los caminos aledaños iba repartiendo gruñidos y ladridos a todos los perros que se acercaban a sus verjas, avalanzandose sobre ellas. Resultaba muy gracioso pero ¿es esto dominancia?. Obviamente, para mi ese no es un comportamiento deseable y todo ese aparente poderío hay que “canalizarlo” para el día de mañana tener un perro equilibrado seguro y eficiente.
Por tanto, olvidemonos de las ideas de la dominancia y el “perro alfa”. Esto esta desapareciendo como concepto en el adiestramiento canino actual, donde como decía al principio se empiezan a aplicar metodologías basadas en la psiología y el trabajo a base de refuerzos positvos.
¿Porqué mis perros acaban peleandose cuando estan guardando detrás de la valla?
Esta es una pregunta muy habitual, dado que es un hecho que casi todo el mundo ha observado cuando hay mas de un perro temperamental guardando una propiedad.
Por ello le he pedido a mi amigo Mariano D’Acosta que lo plasme de la manera más concisa y fácil posible:
Este fenomeno de agresión está claramente tipificado en psicologia clínica canina y se se denomina “AGRESION POR EXCITACION CON INSUFICIENCIA QUE IMPIDE ALCANZAR LA META“.
Detrás de este nombre tan complicado se encuentra una explicación sencilla de entender. Se trata de que los perros muy guardianes, que se preocupan de todo lo que está al otro lado de la valla, comienzan a cargar su nivel de excitacion ante un estímulo exterior, cuando este nivel está a tope y continua el estimulo exterior (el cual no pueden alcanzar por impedimento de la valla), al producirse un roze entre ellos, se desencadena una agresion mutua, que hace entre otras cosas, descargar toda la frustracion mantenida desde el inicio del proceso hasta el momento de esa descarga.
Ésto ocurre con ejemplares muy cargados geneticamente en el instinto de DEFENSA-GUARDA (como el Pastor del Cáucaso). Una vez el estimulo externo desaparece, tambien desaparece o se disipa la agresion.
Gráficamente sería algo así:
ESTIMULO EXTERNO –> EXCITACION DEL PERRO –> CARGA DEL PERRO –> FRUSTRACION –> CONFLICTO –> NECESIDAD DE DESCARGAR –> NO LLEGA A LA META (en este caso morder lo que está al otro lado de la valla)–> MUERDE LO QUE TIENE A SU LADO –> CALMA SU FRUSTRACION ……
y el proceso se repetira tantas veces como se de el mismo estimulo.
Es importante recordar o tener en cuenta que A IGUALES ESTIMULOS IGUALES RESPUESTAS, además (como vermeos en el artículo sobre los instintos) el instinto de DEFENSA-GUARDA casi nunca se satura, tarda en “apagarse” y se desencadena cada vez que se de la misma situacion.
Todo lo contrario ocurre en el instinto de presa, llega un momento en que se satura por exceso de estimulo y esto hace que el perro pierda interes…
En esta situacion el perro puede morder perfectamente a su dueño si está a su lado. Ha sucedido innumerables veces en la valla. El perro no lo hace conscientemente, sino por impulso, es intintivo y explosivo y en el animal (de éste tipo) no cabe reflexion.
El problema de todo ésto es que el perro, al morder la primera vez, YA HA MORDIDO, lo aprende, ya que sabe que eso le descarga y aunque no era su meta inicial es otra meta que aprovecha en este sentido y le resulta GRATIFICANTE.
Nociones básicas sobre lo instintos de presa y defensa
Empezaremos haciendo mención a algunas definiciones y conceptos básicos que se tienen en cuenta siempre que se realizan trabajos en la disciplina de defensa. Después haremos una descripción sencilla de las señales que nos permiten valorar el perro según el instinto en el que se trabajan.
– Conceptos básicos
1. Perro reactivo o pasivo: se denomina así al perro que necesita de estímulos tanto por parte del guía como de figurante para comenzar a ladrar, mostrar interés, “tensar” la correa.
2. Perro activo: no necesita de estímulos externos y se “activa” por el contexto en que se encuentra.
3. Figurante reactivo o pasivo: es el que permanece estático, sin importunar o mirar al perrp. Inmóvil.
4. Figurante activo: es el que estimula al perro, lo carga y confirma. En movimiento.
5. Guía reactivo o pasivo: es el que no anima, no estimula, bien porque la situación no lo necesita o porque su naturaleza es vaga.
6. Guía activo: es el que anima o estimula.
7. Confirmación: todo gesto de ir a favor del instinto del perro: huida, latigazo en huida, entregar la manga o presa, caricia, etc.
Obviamente, e l ideal de perro es el que muestra un comportamiento activo.
– Diagrama descriptivo de instintos:
INSTINTO DE PRESA
* Ladridos regulares
* ESTIMULO MEDIO
* Mordida fija
* Hay saturación o desgaste del instinto
* Seguridad
* Rabo con mucha movilidad.
INSTINTO DE DEFENSA
DEFENSA ACTIVA, AGRESIVA:
* Pelo erizado
* Ladrido irregular
* Gruñidos
* ESTIMULO ALTO
* Mordida en pinza (no fija la mordida, suelta y muerde, no hay saturación del instinto)
* Inseguridad
* Rabo erecto e inmovil
DEFENSA PASIVA, TÍMIDA:
* Inseguridad
* ESTIMULO BAJO
* Inamovilidad
* Se tumba
* Huida
* No hay saturación del instinto
Evitación = Supervivencia
Como vemos, hay 3 niveles de estímulo, que marcan o diferencian el instinto sobre el que trabaja el perro.
Aunque estos son conceptos muy básicos y orientados al trabajo deportivo con perros, en la disciplina de defensa, nos sirven para aprender a “catalogar” los perros en sus diferentes comportamientos.
Según el esquema anterior y como ya sabemos, los pastores del cáucaso funcionan bajo el instinto de defensa, dependiendo del grado de seguridad de cada perro será mas o menos parecida al tipo ACTIVA, AGRESIVA, pero es importante saber, para evitarlo en lo posible, que también existe la otra variante, la defensa PASIVA, TÍMIDA, cuyo comportamiento puede ser tan peligroso como impredecible.
Luego existen variadas y más complicadas técnicas de adiestramiento basadas en los comportamientos y trabajos por evitación, agresión activa, trieb pressing, zwangs pressing, voll pressing, por citar algunos.
Todas estas cosas aunque creamos que puedan no ser importantes, porque lo que necesitamos de nuestro pastor del cáucaso debe venir “impreso” en sus genes, son interesantes.
Si nuestro perro tiene aptitudes y nosotros tenemos los medios y nos gusta proponernos otras metas, no está demás saber que a través de las técnicas del adiestramiento podemos conseguirlo.
Programa sanitario en los cachorros
A continuación expongo un resumen sacado de diferentes guías sanitarias caninas sobre los cuidados y precauciones sanitarias a tomar con los cachorros.
Una vez que nace el cachorro, con la toma de calostro se adquieren unos anticuerpos que son los responsables de las primeras defensas contra posibles infecciones. Sin embargo, esas defensas sólo protegen al cachorro hasta que cumple aproximadamente 45 días de vida.
A partir de esta edad, debemos acudir al veterinario para que realice una profilaxis vacunal que permita al perro evitar una serie de enfermedades comunes entre los cánidos.
¿Se debe realizar un chequeo previo?
Sin duda alguna. Es muy importante antes de proceder a una vacunación comprobar que el perro se encuentra en un estado sanitario saludable y que esté debidamente desparasitado. En caso contrario el veterinario no procederá a la vacunación. Debemos tener en cuenta que una vacuna es un medicamento que estimula al cachorro para que cree sus propias defensas contra las enfermedades, pero un perro que no esté sano no será capaz de fabricar unas defensas adecuadas aunque nosotros le estimulemos la
creación de esas defensas.
¿A partir de qué edad se debe desparasitar?
Antes de la primera vacuna (6-8 semanas) el cachorro debe ser desparasitado; no obstante, existen animales con una carga parasitaria importante, animales de procedencia desconocida o con los padres poco o nada controlados y puede ser preciso instaurar un protocolo de desparasitación a las pocas semanas de edad, repitiéndolo con la regularidad que el facultativo considere oportuno.
¿Cuántas veces se debe desparasitar a un cachorro?
Normalmente los perros se desparasitan internamente al menos cuatro veces al año o con más frecuencia si fuera preciso. Además, las perras gestantes es conveniente desparasitarlas antes del parto con un producto adecuado.
¿Frente a qué enfermedades debemos vacunar?
Son varias las enfermedades de los perros frente a las que el veterinario vacunará de forma rutinaria (en España) por su frecuencia de presentación y por sus repercusiones en los animales que enferman:
– Parvovirus.
– Moquillo.
– Hepatitis infecciosa.
– Leptospira.
– Rabia.
– Tos de las perreras.
¿Cuándo se vacunará?
Depende de, entre otras causas, la enfermedad a prevenir y de la edad del animal.
EJEMPLO DE UN PLAN DE VACUNACION CANINO
6-7 semanas: Vacuna puppy (Parvovirus o parvovirus-moquillo)
9-10 semanas : Trivalente (moquillo, leptospira y hepatitis) o tetravalente
12-13 semanas: Tetravalente (parvovirus, moquillo, leptospira y hepatitis)
6 meses: Antirrábica
Vacunación anual Tetravalente** + Antirrábica*
* Algunos laboratorios han conseguido mantener la inmunidad frente a rabia
durante 2-3 años (en aquellas comunidades en que no sea obligatoria su
revacunación anual llegaría con emplearla con la frecuencia que indique el
laboratorio).
** La revacunación con la tetravalente puede ser necesaria de forma anual o
bianual.
Todos los protocolos vacunales y de desparasitación son flexibles y dependerán de la edad, estado sanitario del animal y del producto empleado; será el veterinario el que decida el producto y protocolo en cada situación.
En animales que vivan en grupos es muy interesante la vacunación frente a la tos de las perreras (no es eficaz en todos los animales, pero los síntomas son más suaves). Además, en España no es obligatoria la vacunación frente a la rabia en todas las comunidades y eso debe valorarse.
Así mismo, no en todas las regiones existe la misma probabilidad de sufrir todas estas enfermedades, por lo que el veterinario puede considerar oportuno vacunar antes frente a alguna de las enfermedades (pastor aleman y rotweiller son ejemplos de razas muy sensibles al parvovirus, porlo que se recomienda no demorar la vacuna del cachorro) o incluso que no se vacune frente alguna de ellas si el animal no va a salir de la zona.
Hoy día existen muchas vacunas comercializadas, algunas de ellas de interés en animales concretos o en zonas endémicas de algunas enfermedades, por ejemplo:
– La vacuna frente a la babesiosis a pesar de no tener una eficacia completa es interesante en zonas endémicas (noroeste peninsular por ejemplo), dado lo letal que puede llegar a ser la enfermedad.
– La vacuna frente a herpesvirus puede ser de interes en reproductores debido a que este virus puede inducir abortos.
– La vacuna frente a leishmania se comercializará en Europa en 2008-2010. Esta grave y zoonósica enfermedad está extendida en gran parte del país.
¿En qué lugar se inyecta la vacuna?
El veterinario aplicará las vacunas de forma subcutánea.
¿Qué debemos hacer después de la vacunación?
Tanto el día que se vacuna como el siguiente, debemos evitar cualquier situación que provoque estrés en los animales e impedir que los animales realicen trabajos físicos y no exponerlos a ninguna situación que les haga sudar. De esta forma evitaremos que la vacunación provoque reacciones adversas y nos aseguraremos que los animales puedan desarrollar unas defensas adecuadas.
¿Es obligatorio vacunar?
Ninguna ley obliga a vacunar a los perros (salvo en el caso de la vacuna de la rabia), pero es conveniente si queremos tener protegidos a nuestros animales.
Además, siempre que se realiza una exposición o concurso en alguna disciplina el comité federativo y veterinario pueden exigir que los perros participantes estén vacunados frente alguna o todas las enfermedades mencionadas para poder participar en el evento. Esto se debe a que las situaciones de concentración de animales son especialmente peligrosas para la difusión de estas enfermedades, de modo que todos los perros presentes deben estar convenientemente protegidos.

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