La sociabilización del cachorro. Factor clave para tener un perro equilibrado

SOCIACIABILIDAD

La sociabilización es el proceso por el cual el perro aprende a relacionarse con otros perros y con los seres humanos.

Además, con ella, también aprende a ignorar elementos ambientales que no son peligrosos. De esta forma, un perro habituado a un ambiente de ciudad no se preocupará por el ruido del tráfico urbano ni por la presencia de muchas personas en las calles. A este concepto se le denomina habituación.

Aunque sociabilización y habituación son conceptualmente distintas, los consideraremos a ambos, por ser muy importantes para el correcto desarrollo del cachorro.

Resumiendo, la sociabilización del perro es el proceso por el cual acostumbrarás a tu mascota a reaccionar de manera adecuada (sin miedo ni agresión) frente a diferentes ambientes, personas, otros perros y otros animales.

Es por tanto un factor de lo más importante en su educación porque es lo que previene conductas tanto agresivas como miedosas en el futuro. Además, un perro bien sociabilizado es más fácil de manipular.

¿Qué ocurre cuando no se ha sociabilizado a un cachorro?. Lo normal es que con el paso del tiempo tengas un perro excesivamente agresivo o un perro que puede morder por miedo. Esto, en el caso de los pastores del cáucaso podríamos pensar que nos a igual, que no es importante, ya que son perros eminentemente de guarda y según el estándar “desconfiados”, pero hay que tener en cuenta los inconvenientes, ya que después nos costará mucho llevar al perro de paseo, a una exposicón e incluso al veterinario, porque no será capaz de discernir entre el comportamiento habitual dentro de su territorio al deseable cuando esté fuera de él.

La sociabilización del perro es un proceso que dura toda la vida. Sin embargo, el período verdaderamente importante y crítico transcurre desde el nacimiento hasta el tercer mes, aunque no es una regla fija y en determinados individuos podemos llegar hasta los cuatro meses. Esto significa que el perro tendrá muchas dificultades para adecuarse a su entorno si no ha sido correctamente socializado antes de esas edades.

Por tanto, cuanto antes empieces la sociabilización de tu cachorro, más garantías de éxito tendrás, ya que es de vital importancia para obtener un perro equilibrado.

A pesar de lo que pueda parecer, un cachorro con esa edad ya es capaz de aprender perfectamente y a obedecer a ciertas órdenes. Lógicamente esta debe ser una enseñanza basada en el uso correcto de estímulos positivos.

Por otra parte, también es muy importante que no intentemos evitar las experiencias negativas de nuestro cachorro (sobreproteccionismo), pero con cuidado de que esta no sea dolorosa o excesivamente atemorizante, ya que esto puede causar miedos de por vida en el perro. No fuerces tu cachorro. Déjalo evolucionar a su ritmo.

Evita, confirmar su miedo prestándole atenciones que le puedan parecer confirmaciones de sus sustos. Por tanto, lo que debemos hacer cuando se asuste sin razón es ignorar su susto y actuar como si no pasase nada. ¡Evita confirmar su miedo! y sobre todo “no tengas miedo a que vaya a tener miedo, porque el miedo se contagia”. Es normal que el perro muestre algunas señales de recelo cuando se enfrenta a cualquier cosa nueva o diferente, fuera de su ambiente, de su entorno más cercano y habitual.

Es durante la sociabilización cuando se puede evitar que un perro con señales o indicios de ser agresivo se “crezca” tanto que se convierta de adulto en un perro problemático.

Para ello, necesitamos saber cómo interpretar lo que hace el cachorro con su familia y cómo actuar para frenar o fomentar ciertos aspectos de su comportamiento tales como gruñidos cuando le ponemos o quitamos la comida, pelo erizado, etc.

Intervenir en esta fase es muy eficaz, ya que más adelante puede resultar mucho más difícil y, a veces, arriesgado.

En el siguiente video se puede observar el proceso de sociabilización entre cachorros

Para finalizar, expondré algunos consejos que podemos poner en práctica para socializar a nuestro cachorro, todos ellos tienen un denominador comun, la habituación. Habituar al perro a:

1. Tolerar a otras personas. Usa a tus amigos y presentales a tu cachorro, si es posible usa tanto hombres, mujeres, jóvenes, ancianos.

2. Conocer a otros perros. Presentale a otros cachorros, si es posible, llevalo a las casas de otros.

3. Lleva a tu cachorro a centros comerciales, parques, plazas de juegos, etc.; lugares donde haya mucha gente y lleno de actividades.

4. Habitua a tu cachorro al coche. Puedes empezar con paseos cortos. Durante el viaje, si es posible, deja que tu cachorro vea el “mundo” a través de la ventana.

5. Acostumbralo a objetos cotidianos como paraguas, bolsas, cajas, la aspiradora, etc. Anima a tu perro a explorar e investigar su entorno.

6. Habitua a tu perro sonidos nuevos y variados. Los sonidos fuertes y molestos deben ser presentados desde cierta distancia y acercarlo gradualmente.

7. Acostumbra a tu cachorro a ser cepillado, bañado, inspeccionado, a tener las uñas recortadas, a dejarse limpiar los dientes y orejas y todas las rutinas de aseo y reconocimeinto físico.

Siguiendo estas sencillas pautas con regularidad, conseguirás un perro equilibrado, algo fundamental e importantísimo tratándose de una raza que dispone de un elevado instinto de defensa-guarda, como el pastor del Cáucaso.

Video sobre socialización.

youtube=