Viernes, octubre 2nd, 2009
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La dominancia en el perro
Para hablar de este tema obviaremos todos aquellos estudios que se basaban en que el patrón del comportamiento de los perros era similar al de los lobos, donde imperaba el concepto de jefe de manada o perro “alfa”.
Tal como se describe en el artículo sobre etología, que podeis ver en esta web, estos conceptos están obsoletos. Hoy en día se utiliza la psicología aplicada al perro para analizar los diferentes problemas de conducta y comportamientos, además, la dominancia es un tema muy amplio y bajo este concepto a veces se camuflan otros problemas de conducta que nada tienen que ver con ello.
Lo que si que es cierto es que las interacciones que determinan estos comportamientos empiezan ya cuando el perro es un cachorro.
Por ello, mas que entrar en deficiones y estudios complejos, os daré algunas pautas, que puedan servir para evitar o modificar determinado tipo de conductas:
1. Uso de un sistema de premios y castigos
El uso de este sistema es la manera más sencilla de educar a un perro.
Para ello evidentemente, lo importante es saber qué conductas hay que premiar y qué conductas deben ser reprimidas/corregidas, y lo que es aún más importante, este criterio debe ser siempre el mismo por parte de todos los miembros de una familia.
El premio es sencillo, puede ser algo de comida, palabras cariñosas o simplemnete caricias que deben proporcionarse al perro inmediatamente después de haber ejecutado una conducta adecuada.
El castigo o correción, también ha de ser inmediato, justo después de la mala conducta. Debe tener la intensidad suficiente para que sea considerado como tal, evitando castigos físicos dolorosos y exagerados. Sin embargo, en el caso de perros que ya presentan agresividad hacia sus dueños el castigo está desaconsejado, o al menos debería hacerse con la tutela de un educador canino, ya que expone al miembro de la familia a una respuesta más agresiva por parte del perro. Por eso, es muy importante evitar las situaciones que vayan a crear el conflicto.
2. Controlar la alimentación
La comida es un recurso muy importante que debe ser tenido en cuenta por el dueño del perro. Hay que evitar suministrar extras o golosinas cuando el perro nos los pide, dejando esto sólo para premiar conductas adecuadas, como obedecer órdenes. Tampoco es aconsejable dejar el comedero siempre lleno para que coma cuando quiera. Se le ofrecerá la comida 2-3 veces al día durante un máximo de una hora, retirándola después.
Otro factor común y que tampoco es deseable, es dar de comer al perro mientras nosotros estamos comiendo. Él tiene su sitio y su horario.
3. Jugar con él de una forma adecuada
Los cachorros pasan casi tanto tiempo jugando como durmiendo y a través del juego aprende muchas cosas. Por ejemplo, aprende a controlar la fuerza del mordisco, siempre y cuando le hayamos reñido cada vez que se haya excedido cuando nos haya “mordido” jugando. A esto se le denomina “inhibición de la mordida”.
Además, los cachorros utilizan el juego para saber qué posición ocupa en relación con cada uno de los miembros de la familia. Los juegos entre perros suelen finalizar con un individuo en posición sumisa (agachado, con la cola encogida, boca arriba…) y otro en posición dominante (encima del sumiso con las cuatro patas o con una sola, mordisqueándole el hocico y la nuca…)
Lo deseable es que ambos perros, acaben tumbados, jugueteando entre ellos.
4. Reconocer las posturas y comportamientos dominantes y sumisos
Hay que evitar:
– Que sea el perro el que elija el itinerario del paseo.
– Que sea el perro quien deci
Sistemas y conceptos en la educación básica de nuestro perro
Con el paso de tiempo, aprendemos cada vez más sobre los perros, para mejorar tanto su manejo, como su alimentación y cuidados.
Como hemos expuesto en otros artículos de esta web, en el mundo del adiestramiento también se producen evoluciones en la metodología para adaptarse a la propia evolución del perro, pero es interesante saber que en estos temas, como en casi todos, existen diferentes conceptos o maneras de entender la educación básica.
A día de hoy, en el adiestramiento, mantenemos los conceptos y metodos que se basan en el conductismo, seguimos usando metodos de recompensa (confirmaciones o refuerzos) y castigo etc., pero introducimos al mismo tiempo técnicas basadas en la psicología aplicada al perro, para tener en cuenta todos los elementos que forman parte del aprendizaje, como su inteligencia, emociones, etc., intentado establecer una relación lo más amplia posible entre todos estos factores.
Los conceptos y sistemas que voy a describir ahora, no tienen porque estar de actualidad, es a título informativo.
Uno de ellos es el que busca obtener una determinada respuesta en el perro en función de sus necesidades instintivas. Esto es lo que se conoce como condicionamiento.
Este sistema data de año 1950, siendo la primera persona que lo describió León F. Whitney, veterinario, criador y adestrador de perros de caza.
Su sistema se denominaba “The natural method of dog training” (“El método natural de entrenar perros”).
Como concepto básico, el comportamiento del perro siembre obedece a una causa o motivo, por tanto nunca es casual o al azar. Por tanto podemos decir que, cada estímulo que recibe el perro produce en él una respuesta. Esto es lo que se conoce como reflejo y suelen ser de carácter involuntario y los podemos ver cada día tanto en seres humanos como en animales.
Hay muchos de ellos y aunque no queramos siempre que haya un estímulo se producirá una respuesta, de manera que como dijimos antes es de carácter involuntario, además es mismo estímulo produce siempre la misma respuesta, por lo que es invariable y por último se dicen que son también adaptativos porque nos ayudan a superar las diferentes situaciones y nos ayudan a adaptarnos al entorno.
El perro sería por tanto, un animal con muchos reflejos que van variando y aumentando a lo largo de su vida. Cuando el número de estímulos aumenta, también lo hacen las respuestas, que a su vez se van complicando, y al conjunto de estas respuestas más complejas se las denomina comportamiento.
Hay otros conceptos que se encuentran definidos por el estudio de Paulov, científico ruso que lo descubrió de manera casual con los perros que utilizaba en sus estudios sobre la digestión, es lo que se denomina el reflejo condicionado, por el cual un perro al que se le sometía a un estímulo determinado producía una respuesta concreta.
En estos perros, había conectado una sonda desde el estómago a una bolsa para estudiar así la producción de jugos gástricos durante la digestión. Pero descubrió la respuesta condicionada, ya que cada vez que daba a los perros de comer, hacía sonar una campana, y comprobaba la producción de estos jugos. Tras repetir variar veces este acto, con tan solo hacer sonar la campana, los perros producían ácidos gástricos sin ver la comida.
A esto se le llama reflejo condicionado, porque son adquiridos o aprendidos, no se nace con ellos, es necesario aprenderlos y son diferentes de un perro a otro.
El instinto es una forma de comportamiento en la que se producen una serie particular de respuestas ante estímulos específicos.
Fruto de los diferentes cambios de conducta, realizados en función de la experiencia que va obteniendo el perro, llegamos a lo que se conoce como aprendizaje.
Sobre los tipos de aprendizaje, decir que hay varios y ya hemos hecho alguna referencia en otro artículo de la web.
El perro aprende de diferentes maneras y esto es importante a la hora de emprender la educación de nuestro cachorro.
Aprendizaje por Habituación: es la forma más sencilla y frecuente de aprendizaje y consiste en la desaparición de la respuesta a un estímulo que no tiene consecuencias para el perro.
El ejemplo más habitual es el de los perros que muestran miedo ante los cohetes o el paso cerca de ellos de vehículos de gran tonelaje, etc. Después de una serie ejercicios con ruidos fuertes, el perro dejará de asustarse tan fácilmente, aunque tras un descanso vuelve la respuesta.
Después de varias sesiones de habituación, el perro se habitúa permanentemente al ruido (estímulo) y esta se produce tanto más rápidamente cuanto más débil es el estímulo.
Es importante saber que si una vez producida la habituación el estímulo no se presenta durante un periodo de tiempo lo suficientemente largo, la respuesta puede recuperarse espontáneamente.
Aprendizaje por Condicionamiento clásico: es lo que antes denominamos reflejo condicionado, tal como se describe en el estudio de Paulov.
Aprendizaje por Condicionamiento operante o instrumental: es la base del adiestramiento y básicamente consiste en que los perros realizan con más frecuencia aquellos actos que les gustan y por el contrario disminuyen los que les desagradan.
Cuando el perro hace algo bien, canalizamos esta respuesta positiva con un premio (una golosina, un pedacito de salchicha o queso, una caricia, palabras suaves), con lo que tenderá a repetir esta acción.
Aprendizaje por observación: hasta donde yo sé, esto es solo aplicable e importante en el adiestramiento de los perros de caza, ya que los cachorros y perros jóvenes aprenden antes a realizar s trabajo observando e imitando a los perros mayores.
Como vemos, muchos y diferentes sistemas que se adaptarán mejor o peor en función de las características propias de cada perro, aunque los conceptos básicos (reflejo, comportamiento, instinto, aprendizaje) son comunes y aplicables a todos ellos. Esos sistemas, en combinación con los aspectos relacionados al comienzo del artículo, son la base actual del adiestramiento canino.
Para finalizar y para evitar confusiones diré que en casos como el aprendizaje por habituación, donde queramos enseñar o corregir conductas inadecuadas de nuestro perro ante problemas producidos por el ruido, disparos, cohetes, etc., es importante ponerse en contacto con un profesional, que nos dará la “receta” a seguir para solucionar el problema.
Este artículo va encaminado a dar a conocer a grandes rasgos que existen diferentes métodos y sistemas, pero para la puesta en práctica de algunos de ellos, necesitamos de la intervención de gente con experiencia.
Etología. El estudio de la conducta y los instintos
La etología es una rama de la biología encargada de esudiar el comportamiento natural de los animales, sobre todo en lo concerniente a las conductas instintivas.
Hace muchísimo tiempo, algunos científicos emplearon a los lobos como modelos para estudiar las relaciones en grupos de animales sociales. Dichos estudios dieron origen a lo que durante mucho tiempo se ha relacionado con la dominancia y el estatus “alfa” de los lobos dominantes.
Estos conceptos fueron erroneamente adoptadas por los adiestradores, que pensaron que la etología o el comportamiento del perro era igual (o casi igual) que el del lobo.
Nada mas lejos de la realidad, ya que que los estudios iniciales eran parciales y contemplaban muchos supuestos que no se cumplen en la realidad.
El estudio se basaba en interacciones entre lobos de grupos formados en cautiverio y al azar, cuya conducta no correspondía a la de manadas formadas naturalmente.
También cometieron otro error, al considerar que la relación entre lobos de una manada era similar a la relación entre las personas y sus perros. Por ello, se buscaron conductas del perro que pudiesen ajustarse a la idea de la dominancia y el “perro alfa”.
Hoy en día, con la aplicación de la psicología al estudio del perro, sabemos que el concepto de “perro alfa” esta totalmente obsoleto y fuera de lugar.
Se habla mucho de la dominancia canina, haciendo alusión a determinados comportamientos, jerarquías, “perro alfa” y cosas similares y es muy común que los problemas de conducta del perro se asocien con la dominancia, de manera errónea.
Las jerarquías entre perros no son generalmente estables y no tienen porque establecerse por la fuerza, aunque en el pastor del cáucaso estamos muy acostumbrados a ver comportamientos que suelen acabar en una pelea o marcaje, debido a esa cualidad característica que es la “territorialidad”, aunque las jerarquias se establecen en todas las razas de perro básicamente cuando hay hembras en celo o comida en juego. Este intento de dominancia se produce sobre todo en la pubertad y se dá de igual manera con ejemplares de su misma especie (otros perros) como con los de otras especies (nosotros, los humanos) y en este último caso hay que actuar de la manera más rapida y contundente (no violenta) posible para atajar esa conducta indeseable de raiz.
Este tipo de conductas, debemos de corregirlas y moderarlas en la medida de nuestras posibilidades, para evitar males mayores. Hay gente a la que le hace gracia ver como su cachorro de pastor del caúcaso, de pocos meses, desplaza a otros perros de mas edad, a la hora de comer y lo deja pasar. Con el devenir del tiempo y en el mejor de los casos, acaba teniendo que regalar al perro desplazado, cuando lo normal es que se hubiera intentado “modelar” esa conducta.
Recientemente llegó a mi casa un nuevo cachorro, que tras recuperarse de su primer gran viaje (casi 3 horas metido en el coche) empezó a desafiar a los otros caúcasos. A los dos dias, no solo pretendía ser el dueño de la casa, además al pasearlo por los caminos aledaños iba repartiendo gruñidos y ladridos a todos los perros que se acercaban a sus verjas, avalanzandose sobre ellas. Resultaba muy gracioso pero ¿es esto dominancia?. Obviamente, para mi ese no es un comportamiento deseable y todo ese aparente poderío hay que “canalizarlo” para el día de mañana tener un perro equilibrado seguro y eficiente.
Por tanto, olvidemonos de las ideas de la dominancia y el “perro alfa”. Esto esta desapareciendo como concepto en el adiestramiento canino actual, donde como decía al principio se empiezan a aplicar metodologías basadas en la psiología y el trabajo a base de refuerzos positvos.

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