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Duke, nuevo ejemplar autorizado para la cría por el Club Español del Perro de Pastor del Cáucaso (CEPPC)

web_diciembre 2012

Tras cumplir los 18 meses, edad reglamentaria para poder realizar radiografías oficiales, y obtener un diagnóstico de libre de displasia, Duke, que ya contaba con una calificación de Excelente en morfología, Excelente en el Test de Sociabilidad y Excelente en el Test de Guarda de Grado 1 (todas ellas pruebas oficiales del CEPPC) ha ingresado en el selecto grupo de pastores del cáucaso autorizados para la cría.

El actual reconocimiento, Autorización Básica de Cría (ABC) es el primer escalón de los diferentes niveles de cría establecidos por el CEPPC, único club de esta raza en España con normativa específica para la selección de reproductores.

En los meses venideros optaremos a realizar nuevas pruebas de trabajo con el fin de que Duke alcance el mayor nivel de autorización de cría, que ya tienen otros ejemplares cono Gorzhus Toboj Lankaster y Zlato Vyatki Cilia.

 

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El 29 de Junio de 2013, tras superar el Test de Guarda de Grado 2 con la calificfación de Excelente y el Test de Coraje de Grado 2 con la calificación de Bueno, DuKe ha elevado su nivel de autorización, obteniendo el título de Ejemplar Recomendado para la Cría.

En la foto, durante un entrenamiento en Cantabria

Participamos en el Seminario de ARES

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El día 23 de Marzo, organizado por el Club Español del Perro de Pastor del Cáucaso y con el patrocinio del Centro de Formación Canina Mariano D’Acosta, tuvo lugar en sus instalaciones un interesante seminario orientado al perro de guarda y seguridad.

Contamos con la presencia de Valery Vysotsky, Director y fundador de la Escuela ARES y de su mano derecha, Sergey Onupko, uno de los instructores y especialistas más experimentados de la escuela.

Además de acceder, de primera mano, a una información importante y valiosa sobre la raza, su pasado y su presente, tuvimos la ocasión de trabajar con algunos de nuestros perros.

Os invito también, a ver los siguientes vídeos del CEPPC .

 

FOTOS

 

 

 

 

Resultados de nuestros perros en las II Jornadas Cinófilas del CEPPC (Morfología) 18-11-2012

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CLASE MUY CACHORROS HEMBRAS

* Runa Charan Gordolan: MP 3º

CLASE JOVEN

* Boronezhskie Bogatyri Ladomir : EXC 1º – MEJOR DE CLASE JOVEN, BIS 2, CAMPEÓN NACIONAL JOVEN DE MORFOLOGÍA 2012

CLASE TRABAJO MACHOS* Dixi de casa del zar: EXC 1º – MEJOR DE CLASE TRABAJOCLASE TRABAJO HEMBRAS* Zlato Vyatki Cilia: EXC 1º

Resultados de nuestros perros en las II Jornadas Cinófilas del CEPPC (pruebas de Trabajo) 17-11-2012

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TEST DE SOCIABILIDAD

* Boronezskie Bogatyri Ladomir: Excelente (195 puntos)

TEST DE GUARDA DE GRADO 1

* Boronezskie Bogatyri Ladomir: Excelente (98 puntos)

TEST DE GUARDA DE GRADO 3* Zlato Vyatki Cilia: Excelente (100 puntos)CAMPEÓN NACIONAL DE TRABAJO 2012 GRADO 3 (HEMBRAS): Zlato Vyatki Cilia

Como es el Pastor del Cáucaso

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Hasta ahora, siempre que me he referido a esta raza lo he hecho para hablar sobre su carácter y temperamento, sobre las cualidades que definen su funcionalidad. Esto es lo que en definitiva interesa a la gran mayoría de propietarios y futuros propietarios de estos perros.

No hace mucho he recibido algunos mensajes, vía web, correo y Facebook preguntándome como saber si el perro que estaba viendo era un pastor del Cáucaso o por el contrario se trataba de un cruce o incluso de otra raza. He de decir que respondí de manera muy somera a esas preguntas aconsejando que la mejor manera era informarse aprovechando las facilidades que brinda internet, visitando páginas de criadores y criaderos, viendo fotos y vídeos de exposiciones o pruebas, etc. y así poder formarse una idea de por donde van los “tiros”.

Es evidente que existe una destacada variedad morfológica, que lleva a confusión a algunas personas que empiezan a indagar sobre la raza, y aunque en una de las secciones de esta página hacía un comentario indicando que debido a la calidad y cantidad de información que circula en web’s en diferentes idiomas, no iba a repetir aspectos relacionados con el origen o la historia de la raza, pues no quiero sumarme al “copia y pega”  habitual cuando se habla de estos temas, voy a tener en cuenta las consultas recibidas y tratar de aportar una “solución”, simplificando al máximo y expresándolo, como diría Sinatra en su canción, a mi manera.

Entremos directamente en el meollo de la cuestión hablando del Pastor del Cáucaso y de sus líneas. Líneas, que están basadas en dos grupos: de un lado la crianza con determinados ejemplares que se han considerado representativos para la raza y que hoy en día aparecen en la gran mayoría de los pedigrís de los perros que conocemos, y de otro y sobre todo, en su origen geográfico, sus zonas de procedencia.

En función de su origen, encontrábamos perros con más o menos estructura, con más o menos pelo y diferentes colores de capa, con diferentes formas de cabeza, más grandes, más pequeños, más o menos bastos y aunque hoy en día se ha “unificado” bastante, siguen estando presentes estas diferencia en la crianza de según que criadores, tanto en España como en el país de origen, lo cual complica la labor.

Personalmente me decanto por el tipo que denominaron Georgiano, perros de tamaño grande, compactos y fuertes, con una buena estructura, cabeza proporcionada y con capas de color uniforme y me gusta decir (teniendo como referencia este tipo de morfología) que un Pastor del Cáucaso además de serlo, debe parecerlo, algo que no siempre se ajusta a la realidad.

Evidentemente hay otros tipos y al final todo depende del gusto del criador y del futuro propietario. Es un error generalizar en conceptos como que el perro de tal tipo es mejor funcionalmente que tal otro, porque perros malos y perros buenos, hay en todas las variantes y la responsabilidad de la calidad de lo que se cría es única y exclusivamente del criador.  Mi consejo, en cualquier caso, es cerciorarse de que hay una genética detrás, que existe una “familia” conocida y debidamente registrada y que se ha seguido algún criterio definido para esa crianza y que no es fruto del capricho o la moda.

Digo lo de la genética consolidada porque por desgracia existen ejemplares cuya única vinculación con la raza es un certificado de reconocimiento emitido (algunas veces) por personas que obran más con buena fe, que con buen criterio.

Pero si esto es triste, mas lo es que haya quien se dedique a criar con estos perros, usando a ambos progenitores sin ninguna referencia genealógica conocida y con algún RRC, a mi juicio discutible, como única acreditación de que se es de una determinada raza, además, se remata la faena porque no se  tiene en cuenta ningún tipo de criterio de selección basado en algo solido u coherente, criando con hembras que se han preñado por “accidente” y usando la endogamia (padres con hijos) como mejor modus operandi.

Por tanto, si tiene usted intención de comprar un cachorr@, pida información, asesórese, consulte diferentes opciones y decídase teniendo en cuenta que si lo primordial en esta raza son sus cualidades como perro de guarda y protección de la familia, no debe olvidar que “un Pastor del Cáucaso además de serlo, debe parecerlo”.

La gestación en las perras. La última fase y el parto.

Tula

 

Para empezar habría que preguntarse ¿Cuánto dura la gestación en una perra?

Si buscas esta información en internet o le preguntas a tu veterinario probablemente te dirá que lo normal es entre 58 y 63 días, haciendo una media desde el primer hasta el último día de la monta. Pero las cosas no siempre son normales y también habrá quien te diga que hasta el día 68 hay margen, o incluso el día 70, 72 o 74 y es que, hay algunas variables en juego que inciden de manera decisiva en ese cálculo de días.

Una manera de obtener información que puede ser útil en gestaciones, sobre todo las que luego no son normales, es hacer una ecografía en la sexta semana (para comprobar que los fetos estén vivos y sin problemas aparentes) y una radiografía en la séptima (para contar el número de esqueletos y saber cuántos cachorros debemos esperar una vez empiece el parto).

Pero volviendo a las variables, la raza o tamaño de la perra, el medio en el que vive y se desarrolla la gestación, su alimentación y cuidados o el número de cachorros que ha engendrado son algunos de los aspectos influyentes.

Si la perra es de gran tamaño el tiempo normalmente se alarga y si lleva pocos cachorros, se alarga más todavía, pues no existe la “presión” que sería habitual en el cuello del útero, que incite a la hembra a iniciar las contracciones.

Llegado este caso, con más de 68 días de gestación, se empiezan a sembrar dudas y preguntas, a plantear alternativas y posibles soluciones, pero la mejor solución, es observar a la perra y en función de lo que veamos, esperar o tomar alguna acción que nos saque de dudas y sea poco agresiva, como por ejemplo, hacer una ecocardiografía para saber el estado de los fetos. Si la perra está bien, no muestra síntomas de enfermedad o debilidad y la eco confirma que los futuros cachorros están vivos, lo mejor es dar dos o tres días más de margen, siempre que no veamos un decaimiento en el estado de la hembra, en cuyo caso deberíamos actuar y plantearnos el hacer una cesárea.

Hay algunos criadores que en estas circunstancias, cuando el periodo de gestación se sale de lo considerado normal y no se ha producido el parto, se plantean el uso de la oxitocina, mediante un pinchazo intramuscular o subcutáneo. Esta opinión choca de manera frontal con el parecer de los veterinarios, que no son partidarios de suministrarla para iniciar las contracciones de una hembra que se retrasa, si no que la usan una vez el parto ha empezado y pasan varias horas sin que sigan “saliendo” cachorros. La explicación es muy fácil, si se provocan contracciones y el cuello del útero no está suficientemente dilatado, porque a pesar de las cuentas a la perra le faltan 2 o 3 días para parir, podemos provocar un grave problema en la hembra, poniendo en grave riesgo su vida y la de los fetos, de manera que, “cuidado”. Aunque se dice que la experiencia es un grado (“yo llevo 200 camadas y no he tenido problemas”), a veces debemos pararnos y replantearnos las cosas dos veces, consultando con más personas.

Otra cosa a tener en cuenta es que la administración de la oxitocina exige un protocolo de actuación meticuloso, tanto si he hace de manera intravenosa (con una sonda) o intramuscular, hay que ir midiendo y aumentando la cantidad de manera periódica durante un espacio de aproximadamente 30 horas y además hay que suministrar, entre otras cosas, dosis medidas de calcio. Es por tanto una opción que debería usarse como último recurso y con el apoyo de un veterinario.

Volvamos pues, a la observación de la perra para valorar su comportamiento y estimar de la mejor manera posible, cuando se va a producir el nacimiento.

Lo primero que se suele ver cuando la fecha se acerca, es que la perra empieza a preparar el nido, es un primer indicador, pero no es el más fiable.

Mientras la perra coma de manera normal, puedes tener la tranquilidad de que en las próximas 24 horas no hay probabilidad de parto a la vista. Si además se trata de una hembra “tragona”, que come con ganas, el indicador es más preciso, de manera que en el momento en que la perra deja de comer o no se come la dosis normal, “alerta”, el momento se acerca y puedes empezar a acotar ese tiempo de manera efectiva entre 12 y 36 horas, máximo 48.

Si además, en las horas siguientes a que disminuye el apetito observas que la perra se vuelve más activa en la preparación del nido, pasa cada vez más tiempo recostada en él, se levanta y da vueltas volviéndose a acostar y empieza a lamerse de manera pausada pero continua sus genitales, estate preparado, porque ha comenzado el proceso y es muy probable que en las próximas horas, se produzca el parto.

Llegados a ese momento y si te atreves, puedes ponerte unos guantes de latex e introducir los dedos por la vagina de la perra, de esta manera mides la dilatación del útero para calcular mejor ese tiempo de espera y en algunos casos, ese mismo hecho actúa como inductor, adelantando el proceso.

¿Y qué hacemos cuando empieza el parto?

Pues si la hembra es primeriza observarla, pero procurando no intervenir si no es necesario. Si hemos hecho una ecografía o radiografía previa, sabremos el número de cachorros que deben nacer y teniendo en cuenta que lo normal es entre 30 y 45 minutos de nacimiento a nacimiento, calcularemos para saber que todo marcha correctamente.

Un cachorro puede empezar a amamantarse desde la primera hora de vida, aunque a veces hay hembras que hasta que no terminan el parto, no se lo ponen fácil, por eso es una ayuda saber cuántos perros esperamos. Las 24 primeras horas son importantes, de manera que si una vez terminado el parto y estando los cachorros secos y calientes no empiezan a mamar, podemos inducirlos, presionando las mamas para que salga un poco de ese calostro tan importante y acercarlo al paladar de los cachorros. Tampoco viene mal, “ordeñar” un poco a la perra y verter ese calostro en una probeta o tubo para luego dárselo a probar a los cachorros (por ejemplo con una pequeña jeringuilla) hasta que ellos empiezan a mamar por su cuenta. Ese primer contacto de los cachorros con su fuente de alimentación es importante, por eso debemos asegurarnos que todos maman correctamente, sobre todo las primeras 24 horas, para que en caso necesario podamos ayudarlos, tal como he comentado.

A partir de ahí, si la perra es una buena madre, todo se desarrollará sin problemas, aunque siempre es recomendable estar atento, observar y evaluar lo que vemos, para poder actuar con celeridad y criterio, en caso necesario.

En resumen, tener paciencia, dar tiempo al tiempo y observar y analizar el comportamiento de la perra, de la que se supone, debemos conocer mejor que todas aquellas personas que con su buena fe o criterio profesional nos aconseja.

 

El ciclo estral en las perras

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Fuente: Sinervia.com

Generalidades

Las perras se consideran monoéstricas estacionales ya que solo tienen un celo por estación reproductiva, primavera y otoño. Todavía existen confusiones en la subdivisión del ciclo estral en la perra. Inicialmente se planteó que el ciclo de la perra se puede dividir en cuatro fases según manifestaciones externas: Proestro, Estro, Metaestro y Anestro.

Existe una gran variedad individual en la duración de las diferentes etapas del ciclo estral así como en la intensidad de los signos externos de “celo”. Además, el metaestro no presenta signos externos identificables, lo que imposibilita determinar con exactitud su inicio o finalización. Todo esto determina una gran dificultad para identificar las etapas del ciclo estral. Como herramienta de gran utilidad para salvar esa dificultad tenemos el examen del frotis vaginal o la determinación hormonal (citología).


1. Proestro: A un período de inactividad sexual (anestro) sigue el proestro, que se identifica por aumento de tamaño de la vulva y un corrimiento muco hemorrágico. Aunque la perra atrae a los machos por medio de jugueteos y escapes, tiene la vagina tapada con la cola y no acepta la monta mostrando los dientes. La duración media es de 9 días (rango de 2-27 días).

Imagen citológica de proestro. Células epiteliales parabasales e intermedias en presencia de eritrocitos y algunos neutrófilos. Las células epiteliales comienzan a formar ángulos a medida que comienza la queratinización.

2. Estro: En el estro, es el período en el que la perra acepta la monta, la vulva está aún más aumentada de tamaño y turgente, y el corrimiento vulvar es de color pajizo. La duración media es de 9 días (rango 3-21 días). En lo que es comportamiento cambia de agresiva a totalmente pasiva. Se produce en la transición del proestro al estro, el pico de LH y la ovulación ocurre a las 24 a 48 horas del pico, también se establece en la bibliografía que es aproximadamente a los dos días de comenzado el estro.

Imagen característica de estro. Las células epiteliales superficiales no presentan núcleo, hay presencia de bacterias y algunas células con núcleo picnótico.

3. Metaestro: Si no tiene lugar la gestación el estro es seguido del metaestro, donde la perra, ya no es atractiva para el macho por un efecto marcado de la elevada progesterona en sangre. La duración media de esta etapa metaestro es de 90 días (rango 60-110 días). Este último acaba en forma imperceptible en el anestro.

Diestro. Células epiteliales parabasales e intermedias. Las células presentan bordes más redondeados, núcleo visible, presencia de eritrocitos y células epitelilales con neutrófilos en su interior (células metestrales).

4. Anestro: Es un período de inactividad sexual, cuya duración es variable con una media de 75 días.

En general los propietarios de perras se refieren al conjunto de proestro y estro como “celo”, no siendo una terminología específica. Se acepta que el metaestro se subdivida en dos fases: progresiva y regresiva. Inicialmente se realizaba esta división debido a características histológicas, pero se relacionan estos dos estadios con la función luteínica. La fase progresiva, hace referencia al período de desarrollo luteínico post-estral (aproximadamente 20 días), y la fase regresiva, al momento del inicio de la regresión del cuerpo lúteo hasta que el útero vuelve a su estado de anestro, 70 días más tarde. La descamación endometrial se inicia a los 90 días del inicio del ciclo y continúa por unos 21 días, siendo en parte reabsorbido y desechado por el cervix. Está completamente regenerado a los 150 días del inicio del ciclo.

El intervalo normal entre dos ciclos varía entre 5 y 10 meses, dependiendo de la duración del anestro. Existe una variabilidad racial desde 4 meses de intervalo en el Pastor Alemán hasta una vez al año en el Basenji. La duración de la gestación es de 63 días, con una variabilidad de 54 a 72 días si se considera desde el momento de la monta. La preñez aumenta el intervalo entre ciclos una media de 28 días.

Actualmente la división del ciclo se basa en las concentraciones plasmáticas de las diferentes hormonas, el proestro y el estro se mantienen, pero el metaestro se toma como diestro, momento de elevados niveles de progesterona con una duración de 2 a 3 meses y al anestro como el momento de niveles basales de la misma, con una duración de 2 a 9 meses dependiendo de sí la perra tiene 1, 2 o 3 ciclos en el año (Linde Forsberg, 1996).


El ovocito ovulado es aún inmaduro, por lo que necesita 2-5 días para completar la maduración y ser fecundable. Los espermatozoides que son originarios del semen fresco pueden permanecer viables por 4-5 días, pero si se utiliza semen congelado la viabilidad no supera las 12-24 horas, por lo que se debe ser muy exacto en la utilización del mismo, con relación al tiempo óptimo de inseminación artificial.
La pubertad se alcanza en el entorno de los 6 a 7 meses de edad (rango 4-22 meses). Las razas pequeñas tienden a presentar el primer celo a los 6-10 meses, pero las razas grandes comienzan a ciclar a los 18-20 meses de edad. Las perras ciclan a lo largo de toda la vida desde la pubertad, pero puede disminuir la fertilidad después de los 7 años de edad.

Control hormonal del ciclo


La actividad cíclica innata del hipotálamo constituye la base hormonal de control, y es sensible tanto a cambios externos como internos en el animal.
Durante el anestro los niveles de estrógeno oscilan entre 5-15 pg/ml y los de progesterona 0,5-1 ng/ml. La FSH es segregada durante las 2-3 semanas previas al inicio del proestro en pulsos de frecuencia creciente. Esta controla el desarrollo de los folículos, que a su vez segregan principalmente estrógenos, pero también progesterona, a medida que alcanzan la madurez.

Los niveles bajos de estrógenos causan un efecto rebote positivo sobre la adenohipófisis, estimulando a segregar FSH, que da lugar al crecimiento y desarrollo folicular y a su vez a niveles crecientes de estrógenos (niveles que oscilan entre 25-60 pg/ml durante el proestro). Este proceso continúa hasta la madurez de los folículos, cercano a la ovulación. Ya en esta fase, los altos niveles de estrógenos causan un efecto rebote negativo que inhibe la secreción de FSH y desencadena la liberación de LH en un gran pulso que determina la ovulación (2-4 ng/ml de progesterona). La ovulación se da entre 3-27 días pos inicio del proestro con niveles de 4-10 ng/ml de progesterona en sangre, lo que plantea una enorme variación.

Valores de referencia de progesterona en sangre(ng/ml):                                             

  • Proestro : de 0.6 a 3.2
  • Estro: de 2.8 a 18.3 (período fértil)
  • Metaestro: de 15.0 a 62.0
  • Anoestro : de 0.2 a 1.7
  • Gestación: de 9.8 a 65.0

Boyd y col.(1977), reportó que los ovocitos son liberados por un solo ovario por vez, determinado por ecografía, y que la ovulación demora 36 horas. A diferencia de otras especies, los ovocitos ovulados son inmaduros (primarios) y necesariamente precisan tiempo para madurar, que es de 2 a 5 días (Linde Forsberg,1996).

El folículo que ovuló, se transforma en un cuerpo lúteo, que segrega altos niveles de progesterona en sangre y a su vez ejerce un efecto rebote negativo sobre la secreción de LH, la cual mantiene al cuerpo lúteo hasta el día 35, pero los niveles decrecientes ejercen un efecto rebote positivo sobre la liberación de prolactina, que mantiene el cuerpo lúteo después del día 35. Los cambios hormonales en el ciclo de la perra pueden predisponer a dos patologías: Piómetra y Seudogestación.

Particularidades en la perra

  • Duración variable de cada etapa del ciclo estral.
  • Antes de la ovulación hay bajos niveles de progesterona en aumento, producida por los folículos (luteinización preovulatoria) y niveles decrecientes de estrógeno, que determinan el inicio del estro.
  • Maduración ovocitaria pos-ovulación.
  • Hay un largo período de dominancia de la progesterona, ya que en el útero no se produce el factor luteolítico por lo que hay una luteólisis progresiva.
  • Similitud de los ciclos en perras gestadas y no gestadas.

Detección de las etapas del ciclo


La citología vaginal es uno de los métodos indirectos más difundido, por ser simple y rápido. Presenta un grado relativo de exactitud debido a que el inicio del metaestro es el momento más preciso de determinar, lo que marcaría que la ovulación ocurrió aproximadamente 6 días antes. Ese momento sería demasiado tarde para la monta (Feldman, 1987). Esta técnica se basa en que las células epiteliales vaginales responden a los cambios hormonales desde un crecimiento de 2-3 capas en anestro a 20-30 capas de células en el estro.


Por medio del vaginoscopio, se puede identificar el momento de inicio del estro. Un experto observador determinará el momento en que comienza a plegarse la mucosa, éstos se hacen fácilmente visibles unos cuatro días antes de la ovulación, que sería el momento mas crítico para la monta (Jeffcoate, 1989). Para obtener buenos resultados habría que inspeccionar la vagina cada dos días, desde el quinto día de iniciado el proestro.


El fundamento de la utilización de la determinación hormonal se basa en los niveles de progesterona en sangre. La ovulación ocurre 48 horas (rango de 24-72 horas) después del pico de LH, la maduración ovocitaria se da 2-3 días pos ovulación, y el momento de fertilidad máxima es entre 2 y 5 días pos ovulación. Debido a esto, se necesitará determinar exactamente el momento del pico de LH, pero esto es muy difícil debido a su corta vida media en sangre (1-3 días). Por esto anterior, se definió el uso de los niveles de progesterona en sangre como método para determinar el momento óptimo, ya que presenta 0.5 ng/ml en etapas basales y a las 48 horas antes del pico de LH, esta aumenta a niveles entre 2-5 ng/ml, manteniéndose elevada durante el estro hasta alcanzar los valores máximos en los 13-28 días de finales esta etapa (Concannon, 1989). La técnica más exacta para la determinación de éstas hormonas en sangre es la dosificación mediante Radio Inmuno Análisis, pero es caro y demora de 2-3 horas.

 

Teniendo en cuenta los kits semicuantitativos (ELISA), se tomarían las muestras de sangre cada 2 días, a partir del día 7 del inicio del proestro, y el resultado se obtiene a los 15-30 minutos por cambios de color (LindeForsberg, 1996). Si el nivel de progesterona es alto indica que la hembra ya ovuló y esto determina que la monta deba ser inmediatamente para un resultado eficaz.

(van Haaften, 1989)

Gestación


La duración de la gestación es de 63 días (rango de 54-72 días) con relación a la monta, lo que es variable. Pero si relacionamos la fecha del parto con el pico de LH, es de 65 días (+/- 1 día). La progesterona se mantiene en meseta y el estrógeno aumenta en el último tercio de la gestación (Concannon, 1989). Durante la gestación se modifica el cuerpo de la perra, aumentándose de peso con una variación de un 20-55%, destacándose mas al final de la preñez, también hay desarrollo mamario y cambio en la silueta.