¿Cómo se construye un perro?

CONSTRUCCION

¿Cómo se construye un perro?. Esta es la pregunta del millón. ¿Cómo hacemos para conseguir que nuestro cachorro se convierta en ese perro ansiado?.

En la pregunta anterior, tenemos la respuesta. Un perro se construye, construyendo un buen cachorro.

Son muchas las opciones, y ya sabemos que “cada maestrillo tiene su librillo”. Construir un cachorro es fácil, es tan fácil, que a menudo acabamos fastidiándola.

En este artículo nos olvidaremos de los librillos y nos centraremos en métodos contrastados, abordaremos la construcción del cachorro desde la psicología científica aplicada a la educación canina “Mediante la educación se crea y desarrolla la psicología del individuo“.

Efectivamente, toda construcción necesita de unos cimientos sólidos y en nuestro caso, esos cimientos consisten en una correcta educación.

Pero, ¿Cómo lo hacemos?.

Como no pretendo extenderme demasiado y aburriros, os dejaré unas pinceladas, unos pasos, a modo de esquema, que cada cual debe desarrollar a su manera, porque no olvidemos, que la educación de nuestro cachorro, el perro que lleguemos a tener, depende muy mucho del medio que le rodea, y en ese medio, nosotros, el dueño, la familia, tenemos un papel protagonista.

Para lograr un correcto desarrollo de nuestro cachorro, debemos de dotarlo de disciplina. A través de ella el perro logrará la capacidad de autocontrol y de inhibición, ambas, necesarias para concentrar su atención y aprender.

La disciplina también es necesaria para obtener una buena resistencia a la frustración y al aburrimiento.

Por tanto, resulta evidente que para conseguir todo esto, necesitamos establecer unas normas o límites de obligado cumplimiento, pero ¡¡ ojo ¡!, seamos sensatos y no pongamos normas que no se pueden cumplir, porque esa ambigüedad, es el peor enemigo de la disciplina.

En resumen, estableceremos unas normas, disciplina, que deberán ser aplicadas con firmeza y flexibilidad, es decir, adaptándonos a la evolución o al momento, pero sin ceder nunca. Las excepciones a la hora de aplicar la disciplina, refuerzan la conducta contraria a la que pretendemos conseguir. Por tanto: IMPÓN LÍMITES CLAROS Y SIN EXCEPCIÓN.

Tras esta introducción, unos cuantos pasos o consejos, unos LÍMITES, para construir un cachorro:

1. FIJA HORARIOS, para comer, pasear, hacer sus necesidades, se constante SIEMPRE.

2. En la casa, el patio, jardín, etc. HAZ QUE ACUDA A LA LLAMADA, si no viene, lo coges. Recuerda, límites claros y sin excepción, o sea, SIEMPRE.

3. Que tenga un SITIO DONDE RECLUIRSE CUANDO LO ORDENES, si no viene, lo coges y lo metes (varikennel, jaula educativa, perrera, etc.), pero SIEMPRE.

4. Si está dentro de la casa, compartiendo un tiempo con la familia, QUE TENGA UN SITIO PROPIO (cojín, manta, etc.), no consientas que se suba a los muebles, si lo hace, le bajas y a su sitio, SIEMPRE.

5. Cuando esté suelto en casa o el jardín, SIEMPRE BAJO CONTROL, no le permitamos que deambule a su aire, ni que entre en lugares restringidos, ¡¡ si entra, se le saca ¡! SIEMPRE. Nada de darle comida cuando nosotros comemos, ni permitir que la pida, si lo hace, a su sitio de reclusión, SIEMPRE.

6. A partir de los 7 u 8 meses de edad, si el perro ladra sin motivo, impidiéndonos el descanso, usaremos un collar antiladridos, que además de solucionar el problema, ayuda a fomentar el autocontrol. Fuera de esos momentos de descanso, durante el día, jugando, etc. el perro tiene su momento para ladrar.

7. Si el perro molesta a las visitas, les ladra, se les sube encima, no debemos consentirlo ni una sola vez, le reprendemos con un NO y le recluimos en su jaula educativa, SIEMPRE.

El perro habrá ido creciendo con una educación basada en el afecto y la disciplina (sin exceso), habremos generado en él la dependencia justa y necesaria para que su aprendizaje en la fase de joven sea más fácil, tendremos un perro equilibrado y seguro, con una gran capacidad de resistencia a la frustración y de autocontrol de la agresividad.

Con esa construcción, no nos será difícil conseguir una llamada firme, o que el perro camine a nuestro lado sin pegar tirones de la correa, centrado y atento, sin problemas para mantener la posición de sentado o tumbado el tiempo que sea necesario.

En definitiva, habremos conseguido: FIJAR UNOS LÍMITES CLAROS, QUE SE PUEDEN CUMPLIR Y HACERLO SIN EXCEPCIÓN (SIEMPRE).

Esto es tan fácil, tan fácil, que a menudo nos confiamos, nos saltamos algún paso o no los hacemos cumplir sin excepción.

Decidme la verdad ¿nunca os ha pasado?.

Un saludo, Jorge

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